Conservación y limpieza de los muebles de cocina
En primer lugar deberás tener en cuenta cuál ha sido el material utilizado para la fabricación de tus muebles de cocina: lacados, maderas, polilaminados…
Por ejemplo:
- Si los muebles son de madera bastará con que utilices un paño húmedo con agua tibia. Recuerda no utilizar detergentes, disolventes o productos fuertes que puedan dañar la madera. Es aconsejable secarlos bien frotando en el sentido de las vetas de la madera.
- Los muebles lacados se limpian con agua y un detergente muy suave. Si por el paso del tiempo han perdido parte de su brillo, frótalos con un paño empapado en glicerina líquida y repasa con un paño seco.
- Los muebles polilaminados son bastante resistentes. Existen productos especiales para su limpieza pero por lo general será suficiente con utilizar un poco de agua y jabón para que tus puertas queden como nuevas.
La limpieza debe realizarse de forma lógica, es decir, de arriba hacia abajo y de adentro hacia afuera. Como norma general indicaremos que la mejor forma de proteger tu cocina es cuidarla. Evitar golpes, roces y ralladuras alargará la vida de tus muebles.