La tradición del filandón
La tradición del filandón se mantiene en algunas zonas de España, donde el tiempo pasa despacio y las sobremesas se prolongan.
Este nombre tan curioso, el filandón, hace referencia a las reuniones que hacían algunos vecinos tras la cena, vencida la noche. Se reunían en casa de un vecino para conversar y contar historias al calor del hogar.
Origen de la palabra filandón
La palabra filandón viene de la costumbre que tenían las mujeres de hilar sus ruecas y husos por la noche, mientras escuchaban historias.
Llámese filandón o llámese de otra forma, este tipo reuniones han existido y existen en diferentes pueblos de la geografía española. No obstante, la tradición del filandón es originaria de la zona de León, Asturias y Galicia. Incluso se ha declarado el filandón leonés como Bien de Interés Cultural.
Al calor del hogar
Los filandones se celebraban durante los meses más fríos del año, al calor del fuego o la lumbre baja. Por lo tanto la cocina era el lugar de reunión preferido, donde los vecinos se entretenían en las frías noches de invierno. La alegría y el espíritu festivo reinaban en el ambiente. Se contaban historias, se recitaban romances, cantaban y gastaban bromas para pasar el rato. De esta forma los filandones se convirtieron en un importante ámbito de socialización y de comunicación entre los vecinos. Una forma de confraternizar y conocerse, donde se mezclaban diferentes generaciones y se transmitían historias de unas a otras. Gracias a los filandones muchas historias y tradiciones antiguas no cayeron en el olvido y se transmitió la literatura tradicional de forma oral.
Aunque la palabra más extendida es filandón, también se utilizan otros nombres como serano y calechu.