Cómo eran las cocinas en los años 40

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Si echamos un vistazo a cómo eran las cocinas en los años 40, nos podremos encontrar muchas diferencias. Las cocinas de las grandes urbes nada tenían que ver con las cocinas de fuego bajo y leña de las zonas rurales.

Posiblemente tus padres o abuelos te puedan comentar cómo eran las cocinas de su época, y encontrarás algunas similitudes con uno de estos dos modelos.

Las cocinas de los pueblos

cocinas en los años 40

En los pueblos la cocina era un lugar muy importante ya que se utilizaba nos solo para hacer la comida, sino también para calentar la casa. La comida se cocinaba a fuego lento, durante toda la mañana y era por un motivo práctico. La gente del campo salía a trabajar, cuidar el ganado y hacer las labores que le iban a ocupar prácticamente toda la mañana. Antes de irse, dejaban la comida cocinando a fuego bajo, para que fuera haciendo a lo largo de toda la mañana, sin necesidad de atenderla.

Los guisos y potajes eran las recetas más socorridas. Y aunque la comida pudiera ser sencilla, en muchas ocasiones había que estirar la economía. Por eso, un buen puchero daba de comer a mucha más gente que una receta de huevos con patatas fritas.

Lo habitual era cocinar en la lumbre baja, en una chimenea, o sobre la chapa de una cocina de leña. Ambas daban calor a la casa y se mantenían con leña.

Hoy en día vivimos y cocinamos con toda clase de aparatos y robots de cocina, tenemos todo tipo de utensilios, vajilla y cacerolas. Todas estas comodidades no existían en muchos hogares. Si bien las cazuelas o tarteras solían ser de tamaño casi industriales, ya que en las casas las familias eran mucho más numerosas que hoy en día.

Casi nos podemos imaginar entrar en una de esas cocinas y oler el maravilloso guiso que llevaba toda la mañana cocinándose a fuego lento. Todo un manjar. Sencillo, sin pretensiones, pero muy rico y saludable.

Las cocinas de las grandes urbes

cocinas en los años 40

El ama de casa se sentía como una reina en su nueva cocina donde no faltaba ningún detalle. Los fregaderos de porcelana, las cocinas de gas, los muebles con vitrinas donde se mostraba la vajilla, las cortinas de flores o cerezas en las ventas o el mantel lustrosamente colocado en la mesa de la cocina; formaban parte de una cocina moderna y futurista que era la envidia del barrio.

Entre los electrodomésticos, el horno pasó a ser una pieza clave, donde se cocinaba la cena familiar.

En los anuncios de cocina, la mujer era la estrella de la casa, feliz de disponer de una nueva cocina, donde preparaba la comida de toda la familia. Transmitía un concepto más familiar, relajado y exclusivo, reforzando una imagen y unos roles familiares muy estructurados.

Poco a poco la cocina siguió evolucionando, incorporando cada vez más tecnología y se abrió al sector masculino.

Lo que es indudable, es que la cocina es la parte o estancia de las casas que más ha evolucionado. La esencia de las cocinas de los 40 vuelve a la moda, y en hoy en día se recuperan los conceptos vintage para los diseños, los electrodomésticos y los gadgets de cocina.

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