Tus muebles de cocina blancos como el primer día
Si quieres mantener tus muebles de cocina blancos como el primer día, sigue estos sencillos consejos.
Cocinas blancas
El blanco en la cocina ha sido tendencia durante muchos años. Quizás como consecuencia de la moda de estilo nórdico que tanto nos ha influenciado, puede que por su elegancia o por su luminosidad; lo cierto es que los muebles de cocina blancos han tenido una gran aceptación.
Y si bien el blanco no pasa de moda, lo cierto es que mantener los muebles blancos requiere de un poco de cuidado. Máxime si hablamos de una cocina, donde los vapores, los ingredientes y el uso de la misma es diario.
Elige los productos de limpieza adecuados
En primer lugar, lo más importante es no dañar los muebles de cocina. Para ello, ten cuidado al elegir los productos de limpieza. Algunos son altamente corrosivos y pueden comprometer el buen estado de tus puertas de cocina.
Es suficiente con utilizar una mezcla jabonosa suave. Puedes optar por jabón neutro, vinagre de limpieza o algún desengrasante suave. Todo ello diluido en agua y aplicado sobre las superficies con una bayeta de microfibra. No utilices estropajos y recuerda secar bien la puerta para que no coja humedad.
Cómo quitar la grasa de forma sencilla
Lo ideal sería limpiar la cocina de forma periódica, en función a su empleo, cada cuatro meses. Pero en ocasiones la falta de tiempo no nos lo permite y se acaba acumulando la grasa en los muebles. Puedes usar una mezcla casera de bicarbonato diluido en agua tibia con zumo de limón. Pulveriza los muebles con esta solución y deja actuar durante 5 minutos. Luego aclara con agua limpia y seca los muebles.
Elementos que ayudan a proteger tu cocina
En ocasiones los muebles de cocina blancos se tornan de un color amarillento poco agradable. Ello puede ser debido a la incidencia de la luz solar sobre ellos. Para evitarlo, te aconsejamos usar algún elemento que matice la luz del sol. Elige según tus gustos y preferencias. Estores, cortinas o vinilos. Hay una gran variedad y seguro que encontrarás el más adecuado para tu cocina.
Elige un buen sistema de extracción para evitar que los vapores, humos y grasas se acumulen en tu cocina. Además de emplear la campana extractora, también es aconsejable ventilar de forma regular para renovar el aire.
Poner en práctica una rutina de mantenimiento. Se trata de evitar que se acumulen las manchas y la grasa en la superficie de los muebles. Para ello, al menos una vez a la semana o después de un intenso cocinado, pasa una bayeta enjabonada por los muebles y sécalos. De esta forma los mantendrás a raya hasta que llegue el momento de hacer una limpieza más a fondo.
