Cómo es una cocina saludable
Una cocina saludable es aquella que te hace sentir bien por dentro y por fuera. Veamos qué tiene que tener tu cocina para ser saludable.
Luz natural
Una cocina con luz natural te permitirá tener iluminación de día sin necesidad de recurrir a la electricidad. La luminancia será menos agresiva y te sentirás más cómodo y a gusto en la estancia.
Ventilación
La ventilación es fundamental para regenerar el aire. Por eso una ventana hacia el exterior te permitirá ventilar de forma regular la estancia. No se trata solo de sacar olores y humos, por lo que no sería suficiente con tener una campana extractora.
Buena distribución
Distribuir de forma adecuada tu cocina hará que sea más eficiente y funcional. La distribución clásica y más utilizada es en triángulo, donde la zona de cocinado, de lavado y frigorífico forman tres vértices. Esta distribución es posible en cocinas que tienen sus muebles y elementos organizados en forma de “U”.
En las cocinas lineales se tratará de mejorar la proximidad entre los puntos anteriormente descritos. Lo ideal sería tener que desplazarse menos de 3 metros entre una zona y la otra, y también evitar una excesiva proximidad entre ellos para trabajar de forma cómoda.
Organización
La organización en una cocina es un factor fundamental para que funcione. Tener los utensilios y la mercancías ordenadas y correctamente clasificadas, asignar espacios para platos, vasos, ollas, cubertería…; separados de las zonas de almacenaje de comida.
Para ello es muy práctico combinar muebles altos y bajos con columnas y cajoneras de gran tamaño.
Ingredientes saludables
Hablando de cocina saludable no podemos obviar hablar de la necesidad de cocinar con productos de temporada y consumir alimentos saludables.
Seguir una dieta de estilo mediterráneo fundamentada en frutas, verduras, legumbres, semillas y aceite de oliva, os ayudará a tener una alimentación sana, equilibrada y variada.